"Agustín Gómez Alonso,
un joven pedáneo para un
pueblo antiguo"
Es uno de los pocos representantes de la generación
nacida en la primera mitad de los ochenta que aún vive en el pueblo.
No son muchos los que alcanzada cierta edad deciden permanecer en
Alcázar, pero todavía quedan algunos como él que optan por la
tranquilidad de nuestro entorno y, aunque las posibilidades no sean
tantas como en otros lugares, prefieren mantenerse apegados a su
tierra.
Nunca
le pasó por la cabeza llegar a ser el alcalde de su pueblo y con
veintidós años se ha echado a sus hombros esa responsabilidad.
Tras las últimas elecciones municipales, debido a los
problemas que últimamente se estaban dando con las conducciones de
agua potable del pueblo, se personó en varias ocasiones en las
dependencias municipales interesándose por la solución del tema.
Visto que alguno de los funcionarios le dejó caer que Alcázar no
tenía aún pedáneo y que por eso no se solucionan los problemas,
pidió entrevistarse con la nueva alcaldesa a la que se ofreció para
ocupar el puesto. Con total sinceridad le confesó no pertenecer ni
ser simpatizante de ningún partido y que si se ofrecía era por
tratar de hacer por el pueblo aquello que estuviese a su alcance. A
los pocos días la Alcaldesa se puso en contacto con él para comunicarle
su nombramiento.
Agustín realizó sus estudios de Educación Primaria en
Alcázar, los de Secundaría en Órgiva y posteriormente concluiría un
módulo profesional de Actividades Físicas y Deportes en Granada, en
el que ha alcanzado amplios conocimientos en aspectos relacionados
con el medio ambiente como son: guía de montaña, guía ecuestre,
ciclo-turismo, etc. Actualmente trabaja como eventual en la empresa
pública EGMASA, dentro el Plan INFOCA. A lo largo del año realiza
diversos trabajos dependiendo de la época, desde la colaboración con
su padre, también Agustín, a la limpia de montes y otras actividades
relacionadas con el mundo agrícola y forestal. Entre sus inquietudes
y proyectos personales está el aprovechar los conocimientos
adquiridos en sus estudios para ubicar en Alcázar alguna actividad
relacionada con el mundo del caballo y el senderismo.
Probablemente sea uno de los pedáneos más jóvenes en
uno de los anejos más antiguos de la provincia. Lo conocemos desde
que su madre, Pili, lo llevaba en brazos para que lo viese su
desaparecida abuela Amadora, la pobre siempre con achaques. Su otra
abuela es María “la de Pilar” y sus abuelos Rosendo y José “el de
los Bancales” (esta presentación está dirigida a aquellos que no
conocen a los más jóvenes del pueblo, pero sí habrán oído hablar de
sus familiares).
Hemos charlado un rato con él con la intención de que
nos transmita sus preocupaciones y planes para tratar de hacer que
los viven permanentemente en Alcázar y aquellos otros que somos
asiduos de sus encantos, nos encontremos más a gusto en el pueblo. Y
hemos podido comprobar que, a pesar de su juventud, la percepción de
los aspectos que considera que son mejorables en el pueblo no
difieren mucho de aquellos que pueden estar en la mente de la
mayoría de los habitantes de Alcázar.
Los viejos problemas que aquejan al pueblo no son ajenos
a nuestro joven pedáneo que ya ha planteado ante la alcaldía algunos
de los más acuciantes. Es sabedor de que las cosas no se consiguen
de hoy para mañana, sino que las modificaciones y las mejoras deben
seguir un proceso que a veces no es tan rápido como él y la mayoría
de los ciudadanos quisiéramos. No obstante, como prioritario
entiende que deben de solucionarse los relacionados con el
suministro de agua potable, para ello se está concluyendo con la
instalación de una depuradora y descalcificadora, ya iniciada en la
legislatura anterior. Igualmente se va a revisar todo el sistema de
la red, comenzando por el tramo final de la calle del Cerrillo hasta
llegar a la Higuerilla que es donde últimamente se estaban
detectando más problemas. Al mismo tiempo se va a mejorar el
cementado de ese tramo de calle.
Otro asunto que preocupa a Agustín es el mal olor que se
detecta en todo el pueblo procedente del dique en el que acaban las
aguas fecales del pueblo y el que proviene de la alberca comunitaria
de los regantes. Respecto al primero nos comenta que está en trámite
la instalación de una depuradora para el tratamiento de las aguas
residuales, se encuentra pendiente de la adquisición o arrendamiento
de los terrenos donde se ubicará, para posteriormente elaborar el
proyecto y ejecutar las obras que acaben con el problema que dicho
dique plantea a todo el pueblo. Respecto a la alberca comunitaria y
los malos olores que desprende, piensa que es un asunto que deberían
solucionar los regantes, en caso contrario deberían actuar Sanidad o
el Ayuntamiento de modo que la dejadez de los usuarios de la alberca
no afecte a toda la población.
Relacionado con lo anterior también está el exigir el
cumplimiento de lo estipulado respecto a la recogida de las basuras,
limpieza y salvaguarda de los contenedores (retirada de basuras tres
veces a la semana, limpieza y desinfección periódica de los
contenedores y resguardarlos de forma que los animales no tengan
acceso a ellos), de modo que la imagen que dan la entrada y salida
del pueblo pueda ser la de cualquier lugar preocupado por tener un
aspecto acorde con las mínimas normas sanitarias. Además se deberá
tener en cuenta las necesidades del pueblo según las distintas
épocas del año.
La limpieza periódica de las calles es otra de sus
preocupaciones, y piensa que al menos una vez al mes debería darse
repaso a todas que, aunque la mayoría de los vecinos tienen cuidado
de que la suya esté “lista para revista”, no cabe duda que es desde
el ayuntamiento desde donde debe tenerse la mayor preocupación por
el mantenimiento de todas las calles del pueblo.
Los problemas de telecomunicaciones que existen en
Alcázar, cree que están en vía de solución. Las telefónicas una vez
que se instale, en lugar adecuado, la antena que permita la
cobertura de móviles y teléfonos rurales que dependen de la compañía
Telefónica. De igual modo se solucionaría la conexión a internet
para aquellos que lo deseen. El acceso a todas las cadenas de
televisión que no son de pago, se debe conseguir en el momento que
la TDT (Televisión Digital Terrestre) llegue a nuestra zona, momento
que habrá que aprovechar para que no nos quedemos de nuevo fuera de
juego con las nuevas tecnologías.
Las comunicaciones por carretera tampoco se escapan a
nuestro pedáneo. Considera fundamental el asfaltado del carril que
nos une con Torvizcón. Piensa que los ayuntamientos de Órgiva y
Torvizcón deben ponerse de acuerdo y presionar a la Diputación
Provincial para que se realice cuanto antes, a ser posible que se
incluya en los próximos presupuestos provinciales. Mientras llega
eso, que tanto ayudaría en todos los sentidos a dar más vida a
Alcázar, reivindicará ante la mancomunidad de municipios que, al
menos, se proceda a una concienzuda limpieza del carril para evitar
que las primeras lluvias del otoño lo dejen inutilizable.
También es prioritario que la conocida como “Alsinilla”
que sube los viajeros desde Rubite hasta la Venta y viceversa,
realice el trayecto entre Alcázar y la Venta al menos un día a la
semana. Con ello se les posibilitaría a todas las personas que no
disponen de vehículo el desplazamiento a Órgiva u otros lugares para
llevar a cabo las compras o trámites que siempre tienen que realizar
o, simplemente, para ir a donde les apetezca a hacer los que les
apetezca, que viajar por el placer de viajar también es recomendable
en ocasiones.
Por último, cree que con el fin de conseguir que las
fiestas del pueblo, así como otras actividades de tipo lúdico o
festivo, se puedan canalizar mejor, sería conveniente que los
mayordomos y mayordomas de la localidad que anualmente se eligen,
tuvieran entidad jurídica propia a través de la creación de una
Asociación de Mayordomos, u otra entidad similar, de modo que el
acceso a las subvenciones y facilidades que proporcionan las
distintas instituciones sea más asequible y al mismo tiempo más
sustanciosas que los seiscientos euros que actualmente se consiguen
(como desde hace quince años) del ayuntamiento.
Después de un buen rato de conversación con Agustín
hemos podido comprobar que de ánimos se encuentra excelente, lo
único que hace falta es que sus justas reivindicaciones sean
escuchadas y atendidas por los que de verdad tienen capacidad
decisoria en el ayuntamiento de Órgiva que, en definitiva, es lo
único que puede conseguir que este joven pedáneo no quede
desencantado de la política municipal y mantenga su interés y
preocupación por los problemas que de modo más o menos acuciante
afectan a la vida cotidiana de nuestro pueblo.
Desde nuestra página web le deseamos a Agustín en su
labor lo mejor de lo mejor, lo cual, visto de forma egoísta, es lo
mejor de lo mejor para todos nosotros.
Teodoro
Martín. Alcázar de Venus
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