La
negativa de los docentes a ir a Alcázar deja a 7 niños sin clase
Los pequeños,
de 6 a 12 años, aguardan a que la Delegación de Educación
nombre a otro profesor que decida irse al pequeño anejo de la
Alpujarra en el que conviven unos 60 vecinos
ANA
GONZÁLEZ
Granada.
Los siete niños en edad escolar del anejo orjiveño de Alcázar
llevan dos semanas esperando a que algún profesor acepte ir a dar
clase al pequeño pueblo de apenas 60 habitantes situado en la
Alpujarra granadina. De momento dos docentes han rechazado la
oferta de trabajo, por lo que los pequeños han empezado las
clases sin tutor.
Sólo
los profesores de música, inglés y gimnasia han hecho acto de
presencia en el colegio, lo que ha despertado la indignación de
los padres, que temen que sus hijos pierdan el curso escolar.
"Estamos llevando a los niños al colegio pero no pueden dar
las materias fundamentales, ni Matemáticas ni Historia... porque
no hay tutor", narra enfadada una de las madres con hijos en
el colegio público de Alcázar. A la preocupación de los padres
se suma otro factor: los profesores que llegan al municipio son
siempre interinos, lo que hace que los docentes cambien cada año.
El
problema que ahora vive el anejo de Alcázar es el mismo que
sufrieron hace unos días los padres de otro anejo de Órgiva,
Soportújar, donde finalmente se ha incorporado el profesor tutor.
"Hay
profesores que desconocen cómo funciona un Colegio Público Rural
(CPR) y eso les hace ser reacios a esta oportunidad de
trabajo", explica el jefe de zona de la Delegación de
Educación, José Antonio Pinos. De hecho, muchos de los
profesores que trabajan en estos centros reconocen que la labor
educativa es mucho más agradecida y reconfortante que en las
ciudades, aunque hay que hacer frente a otros inconvenientes como
la diversidad de grupos (niños de distinta edad) o la escasez de
medios.
"Padres,
profesores y alumnos llegan a ser una familia", añade José
Antonio Pinos, quien asegura que la incorporación del tutor al
colegio de Alcázar se llevará a cabo en un par de días.
Los
padres no están convencidos de que esto vaya a ser así, por lo
que han anunciado que, de no solventarse el problema, el lunes se
reunirán ante la Delegación de Educación.
Éste
será el último año que los niños del anejo de Alcázar acudan
al colegio en su propio pueblo. Hasta ahora los pequeños, con
edades comprendidas entre los 6 y los 12 años, daban clase todos
juntos en el anejo. El próximo curso el centro tendrá que cerrar
sus puertas ya que de los siete niños que estudian actualmente
tres pasarán a sexto de Primaria y tendrán que desplazarse hasta
Órgiva o a algún otro pueblo cercano con más habitantes, como
Torvizcón.
La
Delegación Provincial de Educación ya les ha anunciado a los
padres del anejo que no puede mantener el centro abierto con sólo
cuatro niños ya que esto supone la contratación de cuatro
profesores y que, por tanto, no tendrá más remedio que cerrar el
colegio el próximo curso escolar.