ALGO HUELE MAL
Polémica
construcción de un habitáculo para la basura.
12/07/2009 -
Alcázar de Venus
Teodoro Martín.
Imaginémonos por
un momento que en plena Gran Vía de Granada o en la Calle
principal de Órgiva, la Avenida González Robles, a los munícipes se
les ocurriera estrechar con una edificación el punto más céntrico de
cualquiera de ellas para colocar un espacio reservado a la
"conservación" de la basura que un par de veces o tres a la semana
se encarga el servicio correspondiente de retirar. ¿Verdad que es
inimaginable? Pues en Alcázar ha ocurrido.
Existe un dicho popular del que, cuando las cosas no nos van todo lo
bien que quisiéramos, solemos echar mano. Es aquel de "Virgencita
que me quede como estoy". Algo así ha venido a suceder en Alcázar
con la ubicación de los contenedores de basura que está llevando a
cabo el Ayuntamiento de Órgiva. Son contadas las ocasiones en las
que nuestro Ayuntamiento se acuerda de nosotros, algo que sólo suele
suceder cuando se aproximan las elecciones, y cuando lo hace, en
ocasiones como la actual, más valiera que no lo hiciera. En un
tiempo record, al que no nos tienen acostumbrados las
administraciones públicas, con inusitada celeridad, trabajando
incluso en fin de semana, se ha llevado a cabo la construcción de un
habitáculo en el que, al parecer se van a centralizar los
contenedores de basuras de todo el pueblo.
¡Digo si lo
han centralizado!
Aproximadamente
en la mitad de la cuesta que une la Plaza de la Iglesia y La Caná,
el
Ayuntamiento de Órgiva ha tenido a bien edificar el mencionado
recinto. Era este tramo de calle el único que en todo el pueblo
tenía una anchura que podía considerarse aceptable y que normalmente
era aprovechado por los vecinos y visitantes para aparcar sus coches
pues no entorpecían el tránsito de vehículos. Colindantes están las
conocidas hazas de Santiago, y en la de la parte de arriba tiene su
vivienda su nieta Loli, que siempre ha mantenido repleto de flores
de todo tipo el borde que da a la calle. Así, cuando llegábamos a
Alcázar, bien desde la venta o desde Torvizcón, al pasar por el
lugar se nos alegraba la vista si mirábamos al lado o bien si lo
hacíamos hacia arriba, pues nos topábamos con la torre de la
iglesia. Ahora cuando comienzas a subir o bajar la cuesta, lo
primero que te entra por los ojos es la nueva construcción, eso así
respetando fielmente el estilo alpujarreño, de este espacio dedicado
a contener la basura de todo el pueblo. Eso será lo que nos entre
por los ojos, lo que nos entre por la nariz cuando subamos o bajemos
no necesita explicación. Si al asunto del dique y los malos olores
que produce aún, después de no se sabe cuantos años, el Ayuntamiento
no ha sabido encontrarle solución, ahora con la "solución" a la mala
imagen que al parecer daban los contenedores nuestro Ayuntamiento
nos va a multiplicar la ración de malos olores a todo el que viva
por la zona a al que pase ella.
Por lo que
se ve no habría asuntos más importantes que acometer en nuestro
pueblo que pudiesen aportarle algún atractivo más para los que viven
allí o nos visitan, o quizás la perspicacia de nuestros políticos no
llegue más allá y no dé más de sí, y se conforman con llevar a cabo
realizaciones que no se le ocurren ni al "que asó la manteca", como
coloquialmente se suele decir en el pueblo ante ocurrencias tan
disparatadas como ésta a la que nos estamos refiriendo.
Se han
recogido firmas entre los vecinos de Alcázar para presentárselas a
la alcaldesa en un último intento porque no se lleve a cabo lo que
muchos entendemos como un atropello a la estética y a la salubridad
de nuestro pueblo. Aunque mucho me temo que la política de hechos
consumados haga inviable la rectificación por parte de los
responsables políticos del desaguisado que han llevado a efecto en
nuestro pueblo.
Lo único que nos hace falta es que
vuelva la televisión para dar bombo y platillo a este nuevo "atractivo turístico"
de Alcázar.