Alcázar de Venus: "Entre la Nieve y la Mar"

 

 

                         En varias ocasiones he hablado con Juan José Martín Jiménez (Pepe para la mayoría de nosotros) acerca de la posibilidad de colaborar con nuestra página aportándonos una miscelánea de sus trabajos creativos con el hierro, algunos de los cuales conocía en su vertiente escultórica y decorativa, no así en otras que en su escrito podremos descubrir. Amablemente ha accedido a mi petición y hoy podemos presentar dentro de la sección “Casos y cosas, personas y personajes” este reportaje que con su permiso me permito titular como lo he hecho.

                Tras agradecer a Pepe su colaboración, acabo esta breve introducción y os dejo con la lectura del escrito que él nos ha enviado para un mejor conocimiento de sus trabajos por todos los visitantes de nuestra web.

 ¿Bricolaje o arte?

 

             El hierro, como cualquier otro material, es moldeable y susceptible de hacer con él una enorme variedad de objetos. Un redondo de acero de los utilizados en construcción, un trozo de chapa, unos tornillos y tantos otros objetos metálicos... se pueden colocar de forma que llamen la atención o cubran un objetivo, tomando una forma agradable a la vista y a la vez darte la satisfacción  de crear.  Crear  y compartir lo hecho, para mí es una alegría.

            Parte de mi vida he estado en contacto con el hierro y el acero –hice maestría industrial en la rama de la mecánica–; en un principio elaborando piezas metálicas por “torneado, fresado, ajuste o soldadura en sus diferentes versiones”, posteriormente en la construcción de estructuras metálicas de edificios.

            Esta experiencia me ha permitido una cierta habilidad manual. Hago dos divisiones en mis trabajos, por un lado la fabricación de una herramienta o máquina con una determinada función práctica y por otra la elaboración de elementos decorativos.    

            En los dos casos siempre utilizo material procedente de desguaces y rara vez compro algo nuevo. Me surge la idea de hacer algo y para ello necesito construir la herramienta. El proceso que sigo siempre es idear un boceto, bien sobre el papel o en la mente pero sujeto a los materiales de que dispongo o puedo adquirir a bajo precio. El tiempo que dedico a desarrollar la idea puede ser en alguna ocasión impredecible, pues puede ir de unas pocas horas a un período mucho más prolongado, a veces más de un mes.

            Así he hecho una perforadora que me permitió taladrar un muro de 3,17 metros de longitud por 0,270 metros de diámetro, a fin de pasar por el mismo un tubo de 150 milímetros y otros tubos más pequeños de servicio. La construcción de un molino para molturar aceituna (en la pasada campaña obtuve 35 litros de zumo de aceituna, resultando ser un aceite de magnifica calidad). Una máquina de encalar semi-automática para grandes alturas y algunas cosas más, son algunas de las herramientas o máquinas que he hecho en este apartado. No entraré en una descripción detallada de la construcción de éstas pues sería prolija en detalles que quizás no interese demasiado a los lectores de estas líneas.

            La elaboración de objetos decorativos tiene en algunos casos una función útil y en otros meramente decorativa.

            Una cancela queda muy bien haciendo formas con tornillos y remaches, o bien cuadros con pletinas remachadas o machihembradas. Una barandilla se puede hacer con tubos usados de una pulgada creando formas geométricas resultando un conjunto armonioso a la vez que sólido y útil. Unos aros enlazados pueden dar la idea de la unión de una familia.

            Una bancada o pié de una máquina unida a restos de un montacargas a la que añado algunos objetos más me dio como resultado un esbelto y peculiar Quijote que hoy está a la entrada del molino de los Tranquillos –lugar en el que llevo a cabo casi todos mis trabajos–. Junto a esta escultura, tres tubos unidos en forma piramidal representan un abeto que culmino con una veleta, siendo útil para observar la dirección del viento. Con restos de piezas de fontanería, (codos, tés,  uniones, machones) organizados de modos varios es posible obtener un gran diversidad de formas que pueden servir como piezas decorativas.

            Esta actividad es para mí sólo un entretenimiento o pasatiempo que realizo en mis ratos libres, que compagino con la agricultura, la construcción, la lectura o la filatelia.

            Toda mi vida ha sido una actividad constante, el descanso lo he postergado para la noche y de éstas, algunas para pensar. Casi todos los retos que me he marcado en este campo los he logrado realizar con un nivel aceptable, si bien es cierto que he elegido los que eran viables según mis posibilidades pero sin tener en cuenta  el esfuerzo ni el tiempo que emplearía en culminarlos, siempre con el temor de que al terminarlos no funcionaran correctamente, esto ha ocurrido en alguna ocasión pero ha sido cuestión de repensar, modificar y añadir mejoras. Al finalizar la satisfacción de lo hecho colma crecidamente el esfuerzo, que suelo celebrar con un vino y un cigarro mirando el trabajo, analizando las dificultades superadas y siempre me digo que podría haberlo hecho mejor.

            Termino esta exposición resumida de mis experiencias de bricolaje en el uso del metal manifestando que muchos de vosotros podéis hacerlo. Os animo a probar este campo, no es más difícil que otros y las herramientas necesarias no son muy costosas y si de muy larga duración. A tener en cuenta, la precaución y la protección en el uso de este material son fundamentales y básicas.

            Siempre llevé a cabo esta labor como satisfacción personal y nunca he pensado en exponer mi trabajo mas allá del lugar donde los situé, y me colma de satisfacción que alguien se pare, mire y, en alguna ocasión, tome una foto.

            Mi más cordial saludo para todos los visitantes de www.alcazardevenus.es.                

 

 Juan José Martín Jiménez

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