Alcázar de Venus: "Entre la Nieve y la Mar"

 

"Campanas de boda"

        

            Ya casi no nos acordábamos de la última vez que las campanas de nuestra iglesia nos llamaron a boda y, en poco tiempo, dos seguidas. Hace un par de semanas Antonio Pérez y Mary se dieron el sí en nuestra iglesia y hace unos días han sido Ani Cañadas y Giova, los que se han decidido a dar el paso trascendental cerca de la Virgen del Rosario.

            Es por eso, por lo de tarde en tarde que suelen suceder estos acontecimientos en Alcázar, por lo que me voy a permitir la licencia de escribir este breve reportaje sobre la última de estas celebraciones.

            Con puntualidad británica, a la hora prevista, Ani, luciendo un precioso vestido de raso en tono marfil adornado con un primoroso velo bordado, hizo su entrada en el templo del brazo de su padre. Allí la esperaba el novio, también elegantemente vestido. Un coro rociero la recibió con cánticos almonteños dedicados a la Virgen y la emoción se dejó ver en la mayoría de los asistentes. Hecho que se repitió cuando Fran –nuestro cura desde hace tanto– les habló sobre el sentido del matrimonio y la importancia del Amor, transmitiendo a la pareja los deseos que salían sin hablar de los corazones de los que los acompañábamos. La iglesia adornada de modo elegante y sencillo, sin que ni faltase ni sobrase nada, también ayudó a enaltecer toda la ceremonia.

            Después de ésta, la mayoría de los asistentes emprendieron viaje, unos en sus vehículos (los que se quedarían en Granada), otros en autobús (los que volverían a Alcázar), hasta uno de los más afamados salones de celebraciones en los alrededores de la capital. En un ambiente relajado y de confraternidad, los familiares y amigos de Ani y Giova, pudieron disfrutar, junto a ellos, de exquisiteces varias salpicadas con bailes y simpáticos momentos que hicieron que se lo pasasen bien todos los asistentes.

            Desde “Alcázar de Venus” creemos reflejar el sentir de todos, los que estuvieron y los que no, al desearle a los recién casados (tanto a los de hace un par de semanas, como a los de hace unos días), la mayor felicidad del mundo en esta nueva vida que acaban de comenzar. Seguro que así será, porque se lo merecen.

  

 Teodoro Martín. Alcázar de Venus

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