Provincia

Cierra el cuartel de la Guardia Civil de Capileira por la baja de sus cinco agentes

Hace tres días fueron agredidos por dos hermanos de Órgiva que sembraron el pánico en la localidad

 RAFAEL VÍLCHEZ/CAPILEIRA

Los cinco guardias civiles pertenecientes al cuartel de la Guardia Civil de Capileira que, el domingo por la tarde, se enfrentaron a dos hermanos de la vecina localidad de Órgiva que sembraban el pánico con su vehículo en las calles del pueblo, e intentaron apuñalar y agredirlos, se dieron de baja ayer por las lesiones y contusiones recibidas. Esta inédita circunstancias ha provocado que por primera vez en la historia de la Alpujarra, un cuartel de la Benemérita se haya tenido que cerrar porque todos sus miembros están de baja laboral y también, por primera vez, en el mismo no ondeara ayer la bandera, símbolo más que elocuente de su cierre temporal.
El teniente de la Guardia Civil en la compañía de Órgiva ha indicado que, no obstante, se reforzará la vigilancia con patrullas y salidas por la zona de Capileira y el barranco de Poqueira con miembros de otros cuarteles próximos.
Según ha podido saber IDEAL, ayer prestaron declaración una docena de vecinos de Capileira que presenciaron los hechos, así como el alcalde la localidad, Manuel Murcia, junto a los dos hermanos implicados en los hechos.
Los hechos se remontan al pasado domingo cuando la Guardia Civil detuvo en Capileira a dos hermanos de la vecina localidad de Órgiva que conducían de forma temeraria por las calles del pueblo.

Tentativa de homicidio

Los dos hermanos tras un forcejeo con los miembros de seguridad fueron detenidos como presuntos autores de los delitos de homicidio en grado de tentativa, atentado a agente de la autoridad, lesiones y contra la seguridad del tráfico.
Los detenidos obligaron, además, a una mujer y sus dos hijos, y poco después a dos niños en bicicleta, a saltar para evitar ser atropellados. Fue un guardia civil destinado en Capileira, pero fuera de servicio, el que se plantó en mitad de la carretera y le obligó a detenerse.
Inmediatamente después dos patrullas de la Guardia Civil se presentaron en el lugar y, en ese momento, uno de los detenidos se dirigió al coche y sacó una navaja de la guantera e intentó acuchillar al guardia civil de paisano.
Finalmente fueron reducidos y trasladados hasta el puesto de Capileira. Ambos hermanos se mostraron en todo momento muy agresivos y el conductor del vehículo dio positivo en alcohol. Los siete agentes que participaron en la detención resultaron lesionados de distinta consideración.