Arreglos en el cementerio
La
iniciativa de una vecina da sus frutos gracias a la
colaboración de todos.
03/11/2008
Teodoro
Martín. Alcázar de Venus.
No se
sabe muy bien si es porque el ayuntamiento de Órgiva tiene
un poco olvidados los asuntos relativos a Alcázar o porque
en algunas ocasiones la gente del pueblo no quiere muchos
tratos con el ayuntamiento de Órgiva, pero lo cierto es que,
por regla general, el mantenimiento del cementerio ha sido
cosa de los vecinos.
Siempre
ha habido alguien que se ha preocupado de eliminar las
hierbas que crecían a su antojo en todo el recinto, bien
segándolas cuando ya estaban muy crecidas o eliminándolas
con herbicidas cuando eran pequeñas. En esta labor, entre
otros, siempre se distinguió Emilio Cañadas. Después, cada
familia se encargaba de tener en las mejores condiciones
posibles el nicho o la tumba de los deudos que en ellas
reposan.
Aunque
hay algunos vecinos que este cuidado lo tienen a lo largo de
todo el año, es en estas fechas cuando la
mayoría
acuden a blanquear y retocar los nichos, además de recordar a los fallecidos con
sus oraciones y adornando las tumbas con
unas flores que dan un aire de limpieza y cuidado a todo el
recinto. Todos los primeros de noviembre el ir y venir al
cementerio de los que viven en el pueblo y de aquellos que
se desplazan a él para la ocasión se hace mucho más
perceptible, como suele ocurrir en casi todos los pueblos
españoles.
Este año
nos hemos llevado la grata sorpresa de ver cómo las tapias
que circundan el cementerio han sido convenientemente
saneadas y pintadas. También se ha llevado a cabo la
cementación de un paseo central y la mejora del aspecto
general de todo el camposanto ha quedado palpable tras la
reparación que se ha llevado a cabo. Durante los
arreglos, los albañiles encontraron la lápida labrada en
piedra del cura párroco de Alcázar D. Pedro Delgado Sánchez
que falleció en 1892, dicha lápida ha sido colocada
en la pared próxima a la puerta.
Al
parecer, Mariceli Gómez ha sido la que ha tomado la
iniciativa y encargó a los albañiles los distintos arreglos
que se han llevado a efecto. Ahora le queda la tarea de ir
recolectando la cantidad que en prorrateo de los gastos le
corresponde abonar a cada familia. Después no se debería
olvidar el pertinente mantenimiento para evitar que el
deterioro lógico del paso del tiempo haga que de nuevo el
cementerio adquiera ese aspecto que nadie desea para el
lugar en el que reposan algunos de sus familiares más
queridos.
Según un
escrito que se puede ver en el depósito del cementerio, el
gasto de las obras de reparación ha ascendido a la cifra de
3767€ y a cada familia le corresponde aportar la cantidad de
79€,
según
los cálculos de Mariceli, si sobra algo se dedicará al
arreglo de la entrada u otras obras de mejora.
A ver si
cunde el ejemplo y la unión entre todos los vecinos hace
posible que algunas de las carencias del pueblo puedan ser
solventadas mejor antes que después. Para algunas de las
necesidades quizás no haga falta que cada uno haga su
aportación económica. Probablemente la mejor aportación que
podamos hacer todos sea el olvidar rencillas y
planteamientos personalistas y unirse para conseguir ser
escuchados donde corresponda con el fin de que los problemas
del día a día (dique, malos olores, telecomunicaciones,
recogida de basuras, arreglo de calles, asfaltado de la
carretera de Torvizcón, enlace con el autobús de línea,
escuela…) puedan encontrar el cauce adecuado para su
solución.