Provincia
Órgiva pide refuerzos ante su impotencia para controlar
la anual Fiesta del Dragón
Un millar de campistas de toda Europa se
encuentran ya en el paraje de Los Cigarrones Los
próximos 17, 18 y 19 de marzo millares de 'hippies'
darán la bienvenida a la primavera
RAFAEL VÍLCHEZ/ÓRGIVA
ACAMPADA. Falta una semana para
la fiesta pero ya han llegado los primeros
invitados. /R. V. |
La Fiesta del Dragón vuelve de nuevo a
preocupar a las autoridades de Órgiva. Como viene siendo
habitual desde hace varios lustros y pese a estar
prohibida, miles de 'hippies' procedentes de toda Unión
Europea se reúnen en esta lejana tierra alpujarreña para
dar la bienvenida a la primavera. La cita está prevista
en el paraje de Los Cigarrones, término municipal de
Tablones (anejo de Órgiva), para los días 17, 18 y 19 de
marzo. La Policía Local de Órgiva ha comenzado a
realizar labores de control en el lugar donde se prevé
que acudan a conmemorar el cambio de estación unas 7.000
personas. De momento, ya se encuentran en la zona 130
vehículos procedentes de diversos puntos de la geografía
continental.
El alcalde de Órgiva, Adolfo Martín Padial, piensa
solicitar al subdelegado del Gobierno en Granada,
Antonio Cruz, que adopte cuantas medidas sean necesarias
para controlar el asentamiento de los miles de 'hippies'
que acuden cada año a la rambla de Tablones, junto al
río Guadalfeo y a unas cuantas fincas privadas situadas
en las inmediaciones de este lugar, para participar en
la denominada Fiesta del Dragón.
Desmadres y molestias
Martín Padial se queja de la impotencia
de todo el pueblo ante esta concentración de la que
todos los años protestan pero que, pese a estar
prohibida, también todos los años se celebra.
Entre las razones que aduce para su protesta está el
excesivo consumo de alcohol y droga, la peligrosidad por
realizarse junto a un río, los desmadres o las molestias
a los vecinos de Tíjola y Tablones por la alta sonoridad
de la música que retumba las 24 horas del día.
El alcalde de la localidad afirma que el Ayuntamiento de
Órgiva no dispone, por sí solo, de medios para
suprimirla. Pero al menos, señala, «es mi deseo que nos
presten ayuda para controlarla, desde la Subdelegación
del Gobierno y la Confederación Hidrográfica del
Guadalquivir (CHG) hasta la delegación de Medio Ambiente
de la Junta de Andalucía».
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