Doble éxito en 'El Gallinero' con 'Los monólogos de la
vagina'
M.
R. ALMODÓVAR/ÓRGIVA
Con
extraordinario éxito de público en el Teatro El
Gallinero, sito en el camino de Río Chico de Órgiva, el
grupo 'Alpujajaja' representó en la noche del viernes en
versión en inglés y el sábado, en
castellano,
'Los monólogos de la vagina', de Eve Ensler. Ambas
noches numerosos asistentes abarrotaron este pequeño y
encantador recinto, que tiene su origen en un gallinero
real, y que desde hace cuatro años sirve de lugar de
encuentros culturales.Dos fotografías de vaginas colocadas
a los pies del escenario, y un pollo mascota en lo alto
de una columna, servían de decoración para que seis
mujeres de habla inglesa y cinco españolas representaran
esta exitosa obra, que pasa de la tragedia a la risa en
un texto construido a partir de más de doscientas
entrevistas con mujeres: jóvenes, mayores, amas de casa,
desempleadas, prostitutas, negras, hispanas, bosnias,
judías, blancas...
Confesiones
Estas mujeres han confiado a Eve Ensler sus sensaciones,
sus traumas, sus aspiraciones, sus alegrías, a veces las
más íntimas: del aprendizaje de la sexualidad, a la
maternidad, del machismo reinante a la nueva libertad
amorosa La idea original de 'Los monólogos de la vagina'
le vino a Ensler tras un viaje a Bosnia en el que fue
testigo de la violencia sexual ejercida sobre las
mujeres como parte de la estrategia de guerra de las
fuerzas serbias. Con sinceridad y determinación, Ensler
se embarca en la cruzada de devolver a las mujeres lo
que les ha sido arrebatado: el amor de su cuerpo y de
ellas mismas, el derecho a disfrutar de él, la alegría
de ser mujer, el gozo de ser amante y el orgullo de ser
madre.
El carácter feminista de la obra resulta evidente.
«Coño, chocho, vulva, chichi, chumino, conejo, concha,
almeja, raja, potorro, seta, parrús, breva, higo, vagina.
Sí, sí. Está en el diccionario».Este es el chocante
recibimiento que nos da Ensler a modo de declaración de
principios en sus 'The vagina monologues'. |