Carpas, equipos de música, tenderetes, rastrillos, malabaristas. Unas
2.500
personas
procedentes
de
los
países
de
la
Unión
Europea
se
concentraron
ayer
en
el
paraje
de
Los
Cigarrones,
ubicado
junto
a la
rambla
del
Río
Guadalfeo
y
término
de
Tablones
(anejo
de
Órgiva)
para
celebrar
la
Fiesta
'hippy'
del
Dragón
que,
y
como
pasa
desde
hace
varios
lustros,
a
pesar
de
estar
prohibida,
da
la
bienvenida
a la
primavera.
Hoy
se
espera
la
llegada
de
mucha
más
gente
y
vehículos.
Desde
hace
dos
días
no
paran
de
llegar
coches
y
pintorescas
caravanas
a
esta
zona
de
la
Alpujarra.
Medio
centenar
de
guardias
civiles,
al
mando
del
capitán
destinado
en
Órgiva,
Francisco
Rodríguez,
se
encarga
día
y
noche
de
los
controles
y la
vigilancia
en
los
accesos
a
Los
Cigarrones
y
otros
lugares
de
la
comarca.
Los
dos
policías
locales
del
Ayuntamiento
de
Órgiva
también
prestan
servicio
en
el
lugar
de
la
movida.
Por
primera
vez
en
la
historia
de
esta
macro
fiesta,
los
coches
ya
no
pueden
adentrarse
en
la
zona
donde
se
celebra
la
Fiesta
del
Dragón.
Solo
acceden
con
sus
vehículos
los
que
tienen
propiedades
en
este
paraje
rural
de
algo
más
de
dos
kilómetros
de
longitud.
Los
jóvenes,
con
sus
macutos
a
cuestas,
hacen
el
trayecto
andando.
Según
varios
agentes
del
orden
público
se
ha
optado
en
prohibir
la
entrada
con
vehículos
a la
fiesta
«en
previsión
de
alguna
emergencia
para
que
los
efectivos
sanitarios
puedan
entrar
en
la
zona
de
Los
Cigarrones
sin
dificultad».
El
año
pasado
unas
8.000
personas
participaron
en
esta
fiesta
que
suele
durar
cuatro
días.
Molestias
La
Fiesta
de
la
Primavera
trae
de
cabeza
al
Ayuntamiento
de
Órgiva
y a
otras
instituciones.
Es
la
fiesta
más
numerosa
que
se
realiza
en
la
Alpujarra
sin
permiso
de
las
autoridades.
La
mayoría
de
la
gente,
según
algunas
personas
que
controlan
los
accesos,
proceden
de
España
(Madrid,
Aragón
y
Valencia),
Inglaterra
y
Alemania.
La
zona
de
acampada
de
Los
Cigarrones
se
ha
reducido
este
año
debido
a la
reforestación
que
está
realizado
la
consejería
de
Medio
Ambiente
de
la
Junta
de
Andalucía
en
este
lugar.
Hace
unas
semanas
una
máquina
excavadora,
vigilada
por
efectivos
de
La
Benemérita,
abrió
unos
dos
mil
hoyos
de
gran
tamaño.
Desde
hace
unos
días
14
operarios
de
Medio
Ambiente
plantan
en
esos
hoyos
fresnos,
álamos
blancos,
mimbres
y
otros
árboles
que
son
regados
con
agua
portada
en
un
camión
cisterna.
Las
plantas
proceden
de
los
viveros
de
Andújar
(Jaén)
y La
Resinera.
Desde
ayer,
el
casco
urbano
de
Tablones
y
sus
alrededores
se
ha
convertido
en
un
improvisado
aparcamiento
público.
Por
todas
partes
hay
coches.
Algunos
vecinos
de
Tablones
y de
la
cara
de
enfrente,
de
las
cortijadas
de
Tíjola,
protestan
pero
y
como
dicen
«de
nada
nos
vale,
nadie
se
preocupa
por
nosotros.
Nos
tienen
abandonados
y
olvidados».
Un
trabajador
de
la
empresa
Órgiva
Bus,
que
prefirió
mantenerse
en
el
anonimato,
indicó
ayer
a
IDEAL
que
«nuestras
cocheras
se
encuentran
en
Tablones
y
hoy
(por
ayer)
nos
ha
costado
mucho
trabajo
y
perdida
de
tiempo
poder
sacar
al
exterior
los
vehículos
para
ir a
los
colegios,
porque
los
de
la
fiesta
han
entorpecido
la
entrada
con
decenas
y
decenas
de
coches.
Y
mañana
(por
hoy)
como
tenemos
que
realizar
algunos
servicios,
tendrán
que
'dormir'
los
vehículos
en
la
calle,
por
si
acaso
no
podemos
sacarlos
cuando
nos
hagan
falta.
Bajo
mi
punto
de
vista
esto
no
debería
de
pasar.
En
Tablones
molesta
mucho
la
fiesta
y
este
año
molestará
mucho
más
por
culpa
de
los
coches
porque
se
quedan
aquí
en
el
casco
urbano.
Alguien
debería
poner
punto
y
final
a
este
evento
que
perjudica
a
muchos
y
que
beneficia
a
varios
comercios
de
Órgiva»,
terminó
diciendo
el
trabajador.