Un año más y como ocurre desde hace varios lustros los vecinos de la localidad alpujarreña de Alcázar de Venus han celebrado sus fiestas patronales en honor a la Virgen del Rosario aguantando, como todos los días, el intenso y mal olor que desprende una cloaca cerca del pueblo. Desde que la administración construyó un dique de contención las repugnantes aguas fecales se quedan estancadas en él, y como no se le ha dado solución al problema se ha agravado aún más la penosa situación, y los habitantes tienen que soportar muchísima peste y un lugar infectado de gusanos e insectos que podrían causar todo tipo de enfermedades. Ciertos parásitos frecuentes en las aguas residuales pueden causar leptospirosis, que se transmite, principalmente, por las ratas.
Según los expertos, los malos olores son una indicación de que hay un contaminante presente. Son signo de un posible peligro para la salud. El contacto con los contaminantes y las bacterias es una causa de enfermedad. Las partículas de las aguas residuales son capaces de dispersarse en el aire, y la inhalación de estas provoca efectos adversos para la salud, tales como: malestar gastrointestinal, diarrea, náuseas y vómitos. Las aguas fecales representan la mayor amenaza para la salud pública cuando entran en el suministro de agua donde se diluyen y se extienden mucho más allá de donde se originaron.
Los vecinos y mayordomos de las fiestas de Alcázar de Venus están que trinan. "Desde que nuestro pueblo se anexionó con el municipio de Órgiva en 1973 no levanta cabeza. Por aquí no acude ningún político ni cuando celebramos las fiestas. Estamos marginados. Además de aguantar mucha peste, y en verano más, tenemos que pintar y limpiar el cementerio y barrer las calles, porque el Ayuntamiento de Órgiva envía varias personas de la limpieza una vez al año, para las fiestas. En Alcázar de Venus si queremos ver la televisión tenemos que desembolsar cada casa 200 euros al año a una empresa. Tenemos problemas con los teléfonos. Las calles tienen socavones, y en verano se producen cortes de agua potable. Y uno de nuestros accesos a Torvizcón es de tierra y el otro hasta la carretera Órgiva-Albuñol es estrecho y adolece de vallas protectoras", terminaron denunciando.
*Nota de la web. "Desde el titular, un artículo redactado con pésimo estilo, pero es lo que hay (en todos los sentidos)"