Provincia-Granada
El Ayuntamiento
de Órgiva invierte
270.000 euros en un
proyecto para
extraerla de la
balsa de la
Contraviesa
05.06.09 -
Ya era hora. El
Ayuntamiento de
Órgiva invierte
270.000 euros para
dotar a los anejos
de Olías y Fregenite
de agua potable
limpia e higiénica
procedente de la
balsa de la Sierra
de la Contraviesa
que se alimenta del
trasvase del río
Trevélez, gestionado
por la Mancomunidad
de Municipios de la
Costa. La Junta, la
Diputación y el
Gobierno central
participan en este
proyecto que se
prevé esté acabado
este mismo año.
Cuentan que hace más
de 70 años, cuando
Olías, que dista más
de 20 kilómetros de
Órgiva, dependía de
otro cercano
municipio, varios
vecinos solicitaron
agua potable y un
edil le prometió que
la petición, al
igual que en
Fregenite, sería
atendida en unos
días. Pero han
tenido que pasar más
de 25.000 jornadas
para otros políticos
la hagan realidad.
La alcaldesa de
Órgiva, María
Ángeles Blanco, ha
indicado a IDEAL que
ya se ha construido
en Olías un depósito
de agua potable y
que ahora falta
realizar otro en
Fregenite. Y es que
«desde tiempos
inmemoriales los
vecinos de estos dos
anejos han estado
tomando agua sin
tratar de
nacimientos y
fuentes», afirma la
alcaldesa.
En 1850 Fregenite
llegó a tener 241
almas y Olías 109,
según el diccionario
de Pascual Madoz.
Ahora residen de
forma continua en
los dos pueblos un
par de docenas de
habitantes. Eso sí,
los fines de semana,
días festivos y en
verano los dos
anejos se llenan de
familias que
tuvieron que emigrar
hace varias décadas
para poder trabajar
y mejorar su
situación económica.
Francisco Rodríguez
Caracuel tiene 80
años. «Aquí en Olías
hasta hace unos años
el agua que nace a
la entrada del
pueblo se podía
beber. Ahora no;
sale podrida y,
claro, unos la
compran embotellada,
otros van a Bargís a
por ella tras
recorrer 20
kilómetros y yo, por
ejemplo, la traigo
con una goma de la
fuente de mi cortijo
que está en una
rambla frente a
Olías».
Rodríguez Caracuel
dijo también que «en
Olías nos tienen
olvidados. Ahora mi
pueblo va a tener
agua potable cuando
otros la tienen
desde hace más de
medio siglo. Menudo
retraso que
llevamos. Aquí ni
prometen y casi todo
va lento. Después
del agua potable,
ojalá la alcaldesa
de Órgiva nos
arregle los dos
accesos. El que nos
lleva a la Costa, es
de tierra y el que
llega a la carretera
Órgiva-Albuñol, de 5
kilómetros, está sin
protección, es muy
estrecho, lleno de
curvas y el matorral
crece a sus anchas a
ambos lados de la
vía», terminó
diciendo este viejo
lugareño que ha
vivido lo suficiente
cómo para saber las
penalidades y el
abandono que,
históricamente, ha
tenido el núcleo en
el que vive.