Provincia
La costa oriental sufrirá los primeros
cortes de agua si no llueve en un mes
La balsa de Torvizcón se encuentra
por debajo del 35% de su capacidad Las restricciones
pueden afectar a 10.000 personas de nueve municipios
MANUEL PEDREIRA/MOTRIL
La
proverbial escasez de lluvias de los últimos meses
amenaza con secar los grifos de una amplia franja de la
costa granadina. Más de 10.000 habitantes del litoral
oriental se abocan a las restricciones en el suministro
de agua si el mes de septiembre, que comienza el próximo
jueves, se cierra sin precipitaciones.
Municipios
como Gualchos-Castell de Ferro, Polopos-La Mamola,
Rubite, Lújar, Albuñol o Albondón no contarán con
agua suficiente las 24 horas del día a partir de
octubre... si no llueve antes. Fuentes de la empresa
Aguas y Servicios, adjudicataria del abastecimiento y
saneamiento de agua de la comarca, confirmaron a IDEAL
que la situación es «problemática» y anunciaron que
en las próximas semanas se reunirán con los
ayuntamientos para examinar posibles soluciones al
atolladero.
Tanto
la costa oriental como los pueblos de la cornisa que
forman la comarca de la Contraviesa 'beben' de una balsa
situada en la localidad alpujarreña de Torvizcón. El
agua llega hasta allí por una tubería de 9 kilómetros
que une la pantaneta con la captación de agua en el
Portichuelo de Cástaras, procedente del río Trevélez,
y que depende de la comunidad de regantes de aquella
zona.
La
capacidad de la balsa es de 450.000 metros cúbicos,
suficiente para resistir tres meses sin recibir aportación
alguna de agua, «pero no más tiempo», según explicó
el gerente de Aguas y Servicios, Gabriel Morales.
Río
Guadalfeo
El
abastecimiento de agua en la mayor parte de la Costa
depende del río Guadalfeo. De esta cuenca 'beben' todos
los municipios situados al oeste de Castell de Ferro y
no hay riesgo de restricciones pese a la sequía, pues sólo
el 9% del agua que baja por el cauce del río se destina
al consumo humano. El resto, una decena de núcleos
costeros y de la Contraviesa, se nutren de la balsa de
Torvizcón y, en opinión de Morales, «penden de un
hilo». La balsa acumula agua para un par de meses o
tres y el sistema está pensado para que las lluvias de
septiembre la devuelvan a un nivel óptimo que garantice
el abastecimiento. «¿Qué pasa si el primer semestre
del año es seco y después tampoco llueve en septiembre»,
se pregunta el gerente de Aguas y Servicios, que lamenta
la precariedad del sistema.
Si
ocurre lo peor, si no llueve, la decisión de imponer
restricciones al suministro dependerá de los
ayuntamientos. «Nos reuniremos con los alcaldes para
explicarles la situación, pero quien adopta la medida
de cortar el agua son los municipios»,dice Morales.
La
comarca de la Contraviesa ya sufrió un verano sediento
hace ahora seis años. La falta de agua hizo que en
algunos municipios sólo contaran con cuatro horas al día
de suministro y en determinados momentos el problema se
agravó más aún.
La
inversión realizada en su día por la Administración
para vertebrar el sistema de abastecimiento a la
Contraviesa incluía esta tubería hasta la balsa de
Torvizcón. Fue precisamente aquel año cuando se impulsó
su construcción, pero los posteriores periodos de sequía
han demostrado su insuficiencia. El gerente de Aguas y
Servicios tiene clara la solución futura: Rules. «La
suerte de esta comarca es que hay agua, pero la
desgracia es que no hay conducciones suficientes»,
resume Morales.
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