Alcázar de Venus. Fiestas 2007
Un año más hemos podido disfrutar de unos días de sana y agradable convivencia en Alcázar tanto los habituales del pueblo como todos aquellos que tuvieron a bien acompañarnos en la celebración de las fiestas de la Virgen del Rosario en las que, al mismo tiempo que a la patrona del pueblo, homenajeamos al copatrón, san Antonio Abad. El esfuerzo, como es normal año tras año, de los mayordomos encargados de organizar las distintas actividades que han supuesto el repleto programa de estos días se ha visto recompensado por la participación de todos los vecinos y visitantes, entre los que ha destacado la gran afluencia de personal infantil a la multitud de actividades preparadas fundamentalmente para ellos. Nos hemos vuelto a encontrar con aquellos que siempre que pueden, sea como sea, se dan su “paseíto” por el pueblo para no olvidar las raíces que los ayudaron a formarse como personas, otros que hacía muchos años que no volvían lo han hecho en esta ocasión y han mostrado su alegría por el reencuentro con gentes, lugares y hábitos que a pesar del tiempo transcurrido siguen manteniendo vivos en sus corazones. Sería prolijo nombrar a todos los que hemos podido saludar y por miedo a dejar en el olvido a algunos no nos atrevemos a citarlos con nombres y apellidos. También echamos de menos a los que solían acompañarnos en años anteriores y que éste, por unos motivos u otros, no han podido estar, y sobre todo a aquellos que ya han acudido a la llamada definitiva de Nuestra Señora del Rosario y con ella desde arriba habrán podido comprobar que han estado en el recuerdo de sus familiares, amigos y conocidos. En los tres días de celebración la participación de todos ha sido fundamental para el éxito de las fiestas, ya sabemos que son las gentes con su presencia y sus ánimos las que hacen grandes los acontecimientos de este tipo. Comenzaron a la caída del día 10, viernes, con la divertida actuación del grupo de teatro de títeres, polichinelas o cristobalitas “Ciquitraque”, que con una simpática obra de princesas, caballeros, dragones buenos y reyes malvados, hizo la delicia de chicos y grandes. Prescindieron de las nuevas tecnologías para hacerse oír, algo de agradecer pues su esfuerzo ayudó a la proximidad e interacción de actores y espectadores, especialmente de los más pequeños. A continuación, lo que ha supuesto una novedad en nuestras fiestas, se pronunció el pregón de inicio que corrió a cargo de uno de los mayordomos, José González Acosta. En una emotiva alocución hizo un recorrido por los recuerdos de infancia desde lo más prosaico como pudiese ser la aventura del viaje en el viejo seiscientos por las carreteras de hace cuarenta años, pasando por los sentimentales de las personas del entorno familiar, de amistades y vecinos en general del pueblo, para acabar con los más poéticos como el recuerdo de los olores y los sonidos característicos que le rememora su reencuentro en estas ocasiones con el entorno alcazareño. Para acabar la jornada el “Dúo Mar Caribe” animó excelentemente la verbena popular que se prolongó hasta altas horas de la madrugada. El sábado día 11 amaneció antes de lo normal. A las seis, las campanas de la iglesia nos estaban llamando al Rosario del Aurora. Al poco rato nos congregamos los habituales del rezo matutino anual y recorrimos las calles del pueblo recitando el Santo Rosario y entonando las correspondientes avemarías con melodiosa cadencia. Al final concluimos en la puerta de la iglesia endulzando nuestras gargantas con la copita de anís de rigor y algún delicioso pastelillo. Un rato de tertulia en el que llegamos a la conclusión de que el urbanismo de Alcázar está hecho en función del Rosario de la Aurora, pues salimos de la iglesia con el primero de los misterios y regresamos repitiendo los “Ruega por nosotros” de la letanía. Algunos escucharon por vez primera en su vida el canto de la salve y el fandanguillo que en petit comité nos interpretó Emilia Domínguez, como una perla del pasado que sólo se mantiene en la memoria de unos cuantos. Poco después de la conclusión de esta actividad litúrgica los niños disfrutaron de sus primeras diversiones con el gran castillo hinchable, el taller de maquillaje y de globoflexia antes de la celebración de la solemne Misa en honor de nuestros patronos que fue concelebrada por los párrocos de Órgiva que son los encargados de en sábados alternos, y siempre que es necesario, atender a los feligreses del pueblo. Las palabras de los sacerdotes y los cantos propios de la Misa y los dedicados a la Virgen dieron un toque emotivo a toda la celebración. Tras la Santa Misa se celebraron las semifinales de dominó y rentoy, continuaron actividades para los pequeños con juegos deportivos y populares que se repetirían por la tarde, mientras que se daban los últimos toques a la paella gigante que se pudo degustar a la hora convenida acompañada de bebidas refrescantes, todo ello de forma gratuita y para todos aquellos que se quisieron aproximar a la plaza de la iglesia. La procesión, al anochecer, puso el broche de oro a la liturgia en honor de la Virgen del Rosario y San Antón que, como siempre, dejó traslucir la devoción y recogimiento de todo el pueblo para con sus patronos. El concurso de disfraces, con gran participación de grandes y pequeños perfectamente caracterizados, dio paso a la verbena que, salpicada de la celebración de diferentes concursos de baile, se prolongaría casi hasta el amanecer del día siguiente con mayor animación que el primero. Durante el último día, el domingo 12, continuaron por la mañana y la tarde las actividades para los niños, con carreras diversas, concursos de habilidad, carrera de cintas, cucañas, etc. Los mayores concluyeron con las competiciones de dominó y rentoy y perfilaban los platos que iban a aportar a la degustación de especialidades culinarias que cada año hace la delicia de los que participan, tanto en la elaboración como en su ingesta. Abundaron los platos tradicionales como las migas de harina con diferentes engañifas, las papas a lo pobre, las patatas aliñadas con asaduras tan propias de la matanza, carnes en diversas salsas…, que compartieron mesa junto a platos más novedosos o exóticos como el cuscús, ensaladas varias, pulpo a la gallega o caracoles en salsa, todo ello, por cierto, exquisito. En la noche se entregaron los diferentes trofeos de las competiciones y juegos llevados a cabo a lo largo de los tres días de fiestas y se repartieron regalos entre todos los asistentes a la verbena que durante esta noche estuvo animada por el Trío Eclipse, cuya actuación, supongo, que también haría que todos los bailones se lo pasaran en grande, y digo supongo porque el cansancio se va acumulando y esa noche, junto a mi mujer, nos retiramos a hora prudente y adecuada para nosotros. Confío que esta breve crónica de las fiestas de 2007 sirva para hacerse una idea aproximada de lo que han sido a todos los que visitan la página de Alcázar de Venus y no han podido estar en persona con nosotros. Para los alcazareños de la diáspora, desde los de Argentina hasta los de la costa granadina, está hecho este sencillo reportaje. Teodoro Martín. |
¡¡HASTA EL AÑO QUE VIENE!!