Carne o dulce de membrillo

Amarillo está en el árbol

Cuando se encuentra en sazón,

Allí tranquilo esperando

A que asome el hortelano

Y lo meta en su serón.

 

Después de bien cocinado

Arrimado a un buen fogón,

Toma ese tono dorado

Que azúcar ha transformado

En tan hermoso color.

 

Es carne, mi buen hermano,

Más no es de pollo o lechón,

Es algo acaramelado

Donde el membrillo ha dejado

Ese agridulce sabor.

Ingredientes:

Un kilogramo de membrillos una vez pelados y saneados.

750 gramos de azúcar blanquilla.

Un puñado de nueces (optativo).

Preparación:

Se pelan los membrillos y se sanean. Se hacen trozos no muy grandes. Se lavan abundantemente y se ponen en la olla exprés (las antiguas, no las súper rápidas). Se le añade el azúcar por encima y se remueve un poco para que impregne todos los trozos. Se pone a fuego fuerte hasta que empiece a girar la válvula, entonces se baja el fuego hasta que el giro sea constante pero no muy rápido. Se deja hervir durante 15 minutos a partir del momento en que empezó a girar la válvula y se aparta del fuego. Una vez abierta la olla, si tuviese mucho líquido (algo poco probable) se mantiene hirviendo un poco más. Con la batidora de brazo se trituran los trozos de membrillo y se vierten en un recipiente adecuado para su conservación (los moldes de aluminio pueden serlo). Si se quiere, y nos gusta, después de triturar el membrillo se le puede añadir unas nueces picadas, que serán tropezones agradables a la hora de tomar la carne de membrillo.

En tiempos no muy lejanos, cuando no existía la olla exprés ni la batidora, todo lo anterior se hacía en una olla normal a fuego lento, y se trituraba con el pasapuré, y salía un rico dulce de membrillo. Hoy si disponemos de tiempo, también se puede hacer de ese modo.

Un alimento completo, un dulce exquisito y un buen remedio para cuando estamos ligeros de tripa.

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