Alcázar de Venus: "Entre la Nieve y la Mar"
Mermelada de tomate
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Se dice que de las frutas se sacan las mermeladas y del producto del huerto sólo salen ensaladas; mas yo ahora les propongo, por si de ello tienen ganas, que troquemos ambas cosas y cambien las ordenanzas: la ensalada con manzana, el tomate en mermelada.
Pues es sino del tomate servirlo con la ensalada, o también comerlo frito con la carne o las patatas, parece bien recordar que al pasar la temporada no resulta mala idea ir a coger de la mata esos tomates maduros que entre los verdes resaltan, y entretenerse un ratito en hacer la mermelada más suave y más sabrosa de todas las que se hagan, que después nos comeremos con tenedor o cuchara, con trozo de queso fresco o con crujiente tostada. |
Ingredientes:
Un kilo tomates maduros.
750 gramos de azúcar.
El zumo de un limón.
Preparación:
Se escaldan los tomates en agua hirviendo durante un minuto aproximadamente, se enfrían en el grifo y se pelan. Se parten en cuatro trozos y se les quitan las pepitas, estrujándolos posteriormente para dejarlos sin caldo. Se pican en trozos muy pequeños y se pone en un cuenco. Se le añade el azúcar y el zumo del limón y se mezcla todo. En el frigorífico lo dejamos macerar durante unas horas. Después, se ponen a cocer en una cacerola a fuego medio durante una hora aproximadamente, hasta que el tomate pierda todo el jugo y tome el aspecto de mermelada.
Se puede tomar sola o acompañada con pan tostado, galletas, bizcocho, queso fresco, cuajada, requesón... Va igual de bien con lo dulce que con lo salado.
En el frigorífico se suele conservar bien durante bastante tiempo, pero si no somos muy golosos, o hemos hecho mucha cantidad, y queremos guardarla para que nos dure más tiempo la podemos conservar en botes de cristal, previamente esterilizados, siguiendo el proceso tradicional de las conservas al baño maría: introducir los botes cerrados herméticamente y mantenerlos durante al menos media hora en agua hirviendo.