Alcázar de Venus: "Entre la Nieve y la Mar"

 

VINO MOSTO

Unos años sale bueno

y otros sale mejor,

en otros te sale malo

y al otro mucho peor.

Pero es lo que da la uva, ¡eh!

Cómo hacer un buen mosto:

Ingredientes: Uvas limpias y sanas de las distintas variedades que se dan por el terreno (sería conveniente contar con un poco de uva tinta para ser utilizada como colorante natural del caldo).

Elaboración: Tras la vendimia y el transporte al lagar, que debe estar limpio (curioso que se dice por Alcázar de Venus) se procede a la trituración de la uva por el procedimiento que creamos más conveniente, desde el tradicional pisado con alpargatas de esparto o katiuskas, hasta las modernas máquinas despalilladoras provistas de motor.

El primer mosto que sale de la trituración de la uva se va repartiendo convenientemente por los distintos recipientes (tarros se les llama en Alcázar) en los que se va a proceder a la fermentación del mosto, de modo que la cantidad de este primer caldo, que dicen es el que tiene más grados, sea parejo en los distintos tarros.

Tras una primera pasada por la trituradora se puede proceder a una segunda (se debe procurar que las granillas de la uva no se partan, aportarían una acidez no deseada ni conveniente al mosto), y después al prensado de la masa; el mosto que sale de la prensa se va repartiendo de modo equitativo en los distintos recipientes.

Las uvas tintas se pisan introducidas en un saco de malla (saquillo televisor) y su caldo también se reparte de igual modo que los anteriores. Los hollejos (caspa para los alcazareños) de la uva tinta se introducen dentro de un saquillo de malla en los distintos tarros para que aporten color al mosto que en pocas horas debe comenzar a hervir (fermentar), a más caspa y caldo de la tinta, más color.

La fermentación se puede llevar a cabo en recipientes de distinto tipo, desde la madera o el barro, al acero inoxidable, vidrio o plástico. Si el grado de azúcar del mosto es suficiente y la temperatura de la bodega es la idónea, con pocos altibajos,  durante la fermentación se quemará todo el azúcar y el mosto tiene asegurada su transformación en un buen vino.

Si el pesamosto nos da un grado de azúcar inferior a los 12º, se puede proceder a hervir en una buena olla cantidad suficiente de mosto para que al convertirse en arrope se le pueda añadir al mosto y así ayudarle a una mejor fermentación. El arrope se considera en su punto cuando el mosto puesto a hervir se espesa lo suficiente como para formar hilo al dejarlo caer con una cuchara (cuando hila). También es conveniente, en los primeros días, remover el mosto que está hirviendo para que la fermentación no se estanque.

Aunque se puede echar un trago con anterioridad, la menguante de enero es, normalmente, tiempo adecuado para proceder a un primer trasiego del vino. La menguante de abril sería la idónea para su trasiego definitivo.

Al igual que las comidas sientan mejor si se acompañan, moderadamente, de un trago de buen vino, el vino también sienta mejor si se acompaña de una buena engañifa.

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