Historia
de Alcázar de Venus.
Introducción. 1.-
Hasta
la expulsión de los moriscos. 2.-
Hasta nuestros días.
3.-
Alcázar en el Madoz. 4.-
Alcázar en 1.750 (I , II, III y IV de IV).
5.-"Evolución
del censo de Alcázar desde 1842"
Introducción.
Al
comenzar la IV escena del Acto Primero de “EL MÉDICO A PALOS”, Moliere pone en
boca de Bartolo, el protagonista de su obra, estos versos rimados:
“En
el alcázar de Venus,
junto
al Dios de los planetas,
en
la gran Constantinopla,
allá
en la casa de Meca:
donde
el gran Sultán Baxá,
imperio
de tantas fuerzas,
aquel
alcorán que todos
le
pagan tributo en perlas:
Rey
de setenta y tres Reyes,
de
siete imperios...
de
siete imperios cabeza,
ese
tal tiene una hija
que
es del imperio heredera.”
Está
claro que cuando Moliere menciona el alcázar
de Venus no lo hace refiriéndose
a nuestro “Alcázar de
Venus”, pero interpretando
libremente el texto del dramaturgo francés podemos intuir que él ya pensaba
que Venus debía tener un alcázar en el que guarecerse y sentirse tranquilo y
seguro; y para los que conocemos y disfrutamos el pueblo, no existe otro
lugar mejor para ello que Alcázar, ALCÁZAR
DE VENUS.
Desde
que el sol va perdiendo su fulgor por las cerros de Camacho y sus reflejos
apenas son perceptibles en los de las Cabañuelas, y hasta que a la mañana
siguiente la operación se repite en sentido inverso, Venus, El Lucero del Alba,
está presente en el límpido cielo alcazareño iluminando y orientando a todos
los que nos regimos y sentimos influenciados por tan luminoso planeta.
Es
dentro de este contexto romántico donde debemos hallar el origen de la
denominación de nuestro pueblo como “ALCÁZAR
DE VENUS”, sin tratar de
remontarnos a su posible origen
griego (algo bastante improbable), o romano (no muy descabellado). El nombre
fundamental (Alcázar-Al-qasr: castillo) es de origen árabe y con toda
probabilidad así también lo sean los orígenes de la población, sin dejar de
tener en cuenta que previo al pueblo árabe existiese un asentamiento romano y
aun de pueblos anteriores.
Seguro
que el movimiento romántico de siglo XIX, y los viajes que los escritores y
pintores británicos, alemanes y franceses de dicha corriente realizaron por el
sur de la península en esa época (de los que, por suerte, este trocito de Alpujarra no se
libró), algo tuvo que ver con el hecho de que seamos muchos los que
recordemos al pueblo con nombre y apellido.
En
tiempos no tan lejanos así aparecía en la guía telefónica y ese era el
nombre que se escribía en los sobres que se dirigían a los habitantes del
lugar.
Hasta
aquí lo que nos dice la intuición, a partir de ahora lo que nos digan los
eruditos.
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1.-
Hasta
la expulsión de los moriscos.
El
origen de la palabra Alcázar
(al-qasar, castillo, palacio, fortaleza) es de origen árabe, siendo un
nombre muy común en todo el territorio español, normalmente acompañado de una
segunda denominación, por lo que no es descabellado pensar que en algún
momento de su historia fuese
conocido por “Alcázar de Venus”, como queda recogido en la introducción, y
dada la nitidez con se divisa en el cielo alcazareño dicho planeta que da la
sensación de ser permanente vigía del territorio.
En
época reciente, con motivo de la instalación de la red de saneamiento y agua
potable a todas las viviendas de la población, testimonios de personas que
estuvieron realizando dichos trabajos nos revelan la aparición de varias tumbas
(fundamentalmente en lo que hoy conocemos como cerrillo) de personas de
distintas edades todas ellas colocadas en la misma posición y orientadas hacia
un mismo lugar: La Meca. Ello abunda en la indiscutible relación de Alcázar
con el mundo musulmán.
Las
primeras noticias de la existencia de Alcázar se localizan en la época andalusí.
En el siglo XI Al Udri nos habla de la existencia del Yûz de Bargis, al que más
que probablemente estarían adscritos Alcázar, Rubite, Fregenite y los demás
lugares de las proximidades de Bargís, del cual el Yûz toma el nombre.
Bajo
el dominio nazarita (siglos XIII-XV), el territorio constituido por Sierra Lújar-Contraviesa
se corresponde con las tahas alpujarreñas de Sahil y Suhayl (llamado
posteriormente por los castellanos "Gran y Pequeño Cehel"). En estas
sierras los campesinos bereberes de la Contraviesa cultivaron huertas que
irrigaban con agua procedente de antiguos manantiales y de mantos acuíferos
captados afanosamente con minas, canalizaciones y albercas.
La
Taha de Suhayl agrupaba a las poblaciones de Lújar-Luliar (Olías), Fregenite,
Rubite, Ulbrite (localizado aproximadamente en el actual cortijo denominado
"Rubite el Alto"), Bargis, Alfaz y Alcázar. Algunos autores, entre
ellos Gómes Moreno, añaden,
a los lugares anteriores, los de Xolucar, Xona, Colonda, La Garnatilla, Gualchos
el viejo y el nuevo, la Arrayhana y Soyena.
Hacia
1500 la conversión de los mudéjares dio lugar a la huida de un
importante número de moriscos al Norte de África. En 1504 se despoblaron
muchos lugares de la Alpujarra baja, entre otros: Torvizcón, Luliar (Olías),
Alfaz, Alcázar, Fregenite, Bargís, Ubrite y Rubite, Gualchos...,
pertenecientes a la taha ribereña de Suhayl. Lo cual implicaria la repoblación
posterior por parte de los castellanos, dando lugar a l aparición de apellidos
de origen gallego, leonés o extremeños que aún perduran.
En
1505 el señorío de Albuñol (antiguas tahas de Suhayl y Sahil) fue adquirido
por compra directa a la reina Dña. Juana por D. Luis Zapata y Portocarrero,
cuya noble casa había tomado parte en 1492 en la conquista de Granada, poniendo
en Albuñol su sede, gobernación y justicias. D. Luis Zapata, hombre de
confianza de la corona y del conde de Tendilla, contó con un fuerte apoyo
militar, dadas las características del territorio, tan próximo a la costa,
para prevenir los ataques e incursiones musulmanas del Norte de África.
Luis
del Mármol Carvajal en su "Historia de la rebelión y
castigo de los moriscos del reino de Granada" (1568-1570), en el libro 4º
y en su capítulo XII, nos dice que: "Los Ceheles son dos tahas que están
juntas en la costa del mar: la que cae a poniente la llaman Zueyhel, nombre
diminutivo, porque es más pequeña que la otra. Ésta confina a poniente con
las sierras de Jubilein en la entrada de la Alpuxarra, donde están los lugares
de Rubite, Bargix y Alcázar, y con la taha de Órgiba"...
“Esta tierra es de grandes encinares y de mucha hierba para los
ganados: cógese en ella cantidad de pan. Lo que cae hacia la costa de la mar es
muy despoblado, y por eso muy peligroso, porque acuden de ordinario por allí
muchos baxeles de corsarios turcos y moros de Berbería. Cerca están dos ríos”...
“y a poniente otro que nace en el propio Zueyhel cerca de la mar; y
corriendo la tierra adentro hacia tramontana, dando vueltas se va juntar con el
río de Alcázar, que baxa de las tierra de Jubilein, por baxo del lugar de
Escariantes, que es de la taha de Uxixar."
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2.-
Hasta nuestros días.
Una
vez producida la expulsión de los moriscos, Alcázar como la gran mayoría de
los núcleos de población de toda la Alpujarra entraría en un declive del que
casi nunca han conseguido emerger a lo largo de estos últimos 400 años. La
población venida de otras latitudes peninsulares se adaptaron a la zona y
fueron subsistiendo de lo que siempre ha dado la tierra a base de mucho tesón y
sacrificio, así que no es extraño comprobar en la mayoría de las
enciclopedias y diccionarios enciclopédicos que se consultan
referencias a la agricultura (cereales, almendra y aceitunas, fundamentalmente),
la ganadería y la caza como principales fuentes de ingresos de sus habitantes. <<Ver
Alcázar en el Madoz>>
Los
avatares políticos y militares de las distintas épocas de la historia de España
en poco o en nada incidieron en Alcázar, como en la mayoría de los municipios
vecinos. El olvido por parte de las autoridades para estas zonas sería la tónica
predominante. Lo cual no evitaría los abusos y estragos propios de las épocas
en las que la nobleza terrateniente y después los caciques eran los amos y señores
de vidas y haciendas.
Las
crisis de principios del siglo XX y, dentro de éste, en los años 60, hicieron
que de los casi 900 habitantes que se les reconoce en el Diccionario Espasa
Universal Ilustrado al comienzo del siglo pasado se haya llegado a los
escasos 80 habitantes de la actualidad. Resulta curioso observar que en el
mencionado diccionario se decía que en aquella época la estación
de
ferrocarril más próxima se hallaba en Granada (poco han mejorado las
comunicaciones por tren en nuestra provincia, hoy, casi un siglo después, sigue
siendo Granada la estación de tren más próxima).
Suerte
parecida han corrido todas las poblaciones que casi siempre han ido unidas a Alcázar
a lo largo de la historia. Por diferentes causas administrativas, y mientras Alcázar
fue municipio con entidad propia, su nombre y territorio ha estado asociado al
de Barjís, Fregenite, Olías, y al Puerto Jubiley; unas veces formando pareja y
otras asociados en número distinto o todos unidos.
Casi
siempre estuvo ligada al partido judicial de Albuñol en donde estaba la
capitalidad. La emigración a los países sudamericanos de las primeras décadas
de 1900 y, sobre todo, la que se produjo durante los años 60 a las zonas más
industrializadas
de España (Cataluña y País Vasco) y posteriormente hacia la costa granadina y
almeriense, hicieron insostenible la persistencia de Alcázar y sus anejos como
entidad municipal autónoma. En el año 1973 se produjo la fusión con Órgiva,
que ostenta la capitalidad del municipio. Hoy
Alcázar, como Bargís, Fregenite, Olías y el Puerto Jubiley, forman parte del
municipio como unos anejos más.
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Introducción. 1.-
Hasta
la expulsión de los moriscos. 2.-
Hasta nuestros días.
4.-
Alcázar en 1.750 (I , II y II de IV).
5.-"Evolución
del censo de Alcázar desde 1842"
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