LOCALIZACIÓN
Con este mapa pensamos que queda bien ubicado el lugar dentro de los límites
nacionales. Lo que sigue es una aproximación descriptiva a su localización
y accesos.
Al sur de Siera Nevada, al
norte del Mediterráneo y rodeada por los cerros y lomas del Talantar y del
Junco, de las Cabañuelas y de Bargís, del pinar de los Gallegos y los de
Camacho y del Mermejo, abierta al norte por la rambla de Alcázar y teniendo
siempre al frente las nieves de la Sierra, descansa Alcázar de Venus a una
altitud de unos 750ms.
El núcleo urbano se halla
situado en una loma cuyas laderas acaban bebiendo por el sur de las aguas de la
Rambla de Alcázar y por el norte de las del barranco de la Fuente o de las Cabañuelas
y su prolongación, el Barranquillo o Cocón. El eje urbanístico es de sur a norte y la
orientación de la mayoría de las viviendas es suroeste con lo que tienen
garantizada una buena insolación a lo largo de todo el año.
Sólo habremos de subir hasta
los 1050ms de la Venta de las Tontas (poco más de cinco minutos en coche,
treinta en bicicleta y menos de una hora a pie), antigua estación de postas,
para poder dejar perderse nuestra vista por el Mare Nostrum hasta alcanzar con
ella la costa africana hacia donde un día escaparon nuestros antepasados
moriscos. Al oeste Sierra Lújar y al este la loma de Rubite nos encañonan la
vista, irremediablemente, hacia el Mediterráneo.
Entre cuarenta y cinco minutos, y
una hora de automóvil, tardaremos en pisar las costas mediterráneas de Castell
de Ferro, el Lance de la Virgen o la Mamola en dirección sur (por las
carreteras provinciales de Polopos a Castillo de Baños, o de Rubite a Castell
de Ferro); y poco más de hora y media para alcanzar las blancas laderas de
Sierra Nevada en la dirección opuesta.
La forma más usual de llegar a
Alcázar de Venus es a través de la carretera comarcal que une las poblaciones
de Órgiva y Albuñol: en sentido Albuñol, desde Granada y Motril, y en sentido
Órgiva desde la Contraviesa y la provincia de Almería.
En el primero de los sentidos,
Órgiva-Albuñol, al llegar al puente de los Siete Ojos, que cruza sobre el
Guadalfeo a la salida de Órgiva, subiremos toda la empinada cuesta conocida
como El Tablazo, dejando a la izquierda los empalmes de Tablones (al poco de
comenzar la subida) y de Torvizcón y Cadiar (en su punto intermedio), después
dejaremos a la derecha los cortijos de la Cañada, Camacho y el Ayllón y el
empalme hacía sierra Lújar y Olías en el punto más alto de la subida, después
de una pequeña bajada nos encontraremos con la Venta de las Tontas (hoy día en
reconstrucción) donde se encuentran a la izquierda el desvío para Alcázar de
Venus y a la derecha el de Fregenite.
En el sentido contrario, es
decir, Albuñol-Órgiva, tomaremos como referencia la Haza del Lino (confluencia
de las carreteras procedentes de la Contraviesa y de la provincia de Almería vía
La Rábita-Albuñol). Desde la Haza del Lino comenzaremos una pequeña subida
por el Alcornocal para tomar enseguida la bajada que nos lleva a la Venta
de las Tontas; dejamos a la derecha el desvío de Bargís y poco después, a la
izquierda, el de Rubite, tras una nueva y breve subida nos topamos con el pinar de los
Gallegos y poco después, en apacible descenso, la Venta.
Desde la Venta hasta Alcázar de
Venus son cinco kilómetros de bajada ininterrumpida, entre continuas curvas,
hasta pasar el puente sobre la rambla; poco antes de la curva del Moral, el
terreno nos obliga a volver a pisar levemente el acelerador para aproximarnos a
las primeras casas.
Otra posibilidad es, viniendo
desde la Sierra (Trevélez, Busquistar, Cadiar, Mecina, Almegijar o Torvizcón...),
o tomando el empalme de Torvizcón y Cadiar antes mencionado y que nos
dejábamos a la izquierda al subir desde Órgiva, atrochar por una pista de
tierra que se encuentra a menos de un kilómetro de Torvizcón y por la que
después de ocho kilómetros, la mayor parte en subida, y algún que otro salto
de más, nos encontraremos felizmente en Alcázar de Venus.
No se nos debe olvidar, para que
nadie se llame a engaño, que llegar a, o salir de, Alcázar de Venus por
cualquiera de los itinerarios antes mencionados supone una buena dosis de
paciencia y concentración; a título anecdótico, podemos hacer referencia a
las aproximadamente 225 curvas contabilizadas desde el puente de Siete Ojos
hasta la entrada de Alcázar de Venus por la Cruz. También, y en
contraposición, debemos de reseñar que las vistas y paisajes que se pueden
contemplar desde cada casi todos los puntos del recorrido hacen más llevadero
el exceso de curvas de la carretera, nunca está de más hacer pequeñas paradas
para disfrutar de un entorno tan agreste y acogedor a un mismo tiempo. <<volver>>
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